Monday, November 30, 2015

26.


Sintiéndome torpe e inepto,
fui a ese primer día de escuela,
dejando tanto de mi niñez atrás, para
abrazar con fuerza el destino,
como una fuente de gasolina necesaria,
para poder moverse en este nuevo
y tenebroso mundo.
Pero me miró con desagrado,
con arrepentimiento de dejar entrar a habitar
a quien sabe tan poco de otro,
y menos de si.

Ningún eterno se deja abrazar así,
perdiendole el sentido a los mitos,
faltandole el respeto a las narraciones ancestrales,
con un solo final posible,
ese que se hace claro ahora, pero innecesario.
Son crueles los caminos, mis pasos de niño
se cruzan con los de anciano,
sin poder escapar a la historia,
atrapado en narraciones más antiguas que la vida,
más inutiles que respirar,
más inutiles que esperar.

Acaso pudo ser distinto ahora, casi una vida después,
de haber arrepentido el camino, de haber resistido los brazos,
y de pavimentar ese camino que vuelvo a tomar
ahora con los ojos cerrados,
(porque me duele al mirar),
pero de niño son otras las historias, las que hacen volar,
y me pierdo con facilidad,
ahora muerto,
en historias de funerales, citas con la morgue,
y aventuras en el más allá,
esos días de verano en donde
las bendiciones se podían palpar,
y no dolían.

Me quejo contra quien sea responsable,
pero de tan solo no me queda más que romperme,
el odio que se haga presente,
porque el otro me falló,
sentencia sobre mi,
maldiciones sobre mi,
tridimensionales,
¿es mucho pedir que sea el eterno
infierno un poco más breve?
¿Es mucho pedir que se caiga el cielo,
que caiga en mis pupilas para reventar

acaso para liquidar, cualquier emoción?

No comments: