Wednesday, February 10, 2016

3.


No quiero besos caritativos
Ni tampoco besos por lástima.
Aparta de mi si tus labios
no vienen con la verdadera sensación
de entrega y disolución.

Si no nos mordemos como hambrientos
Del uno del otro
Si no nos bañamos, llenos de
lo que el otro tiene para dar
al momento de besar
Mejor espera.

No me beses si no lo deseas
Desea y besame.
No me desees si no me amas
Amame y deseame.

Cuando llegue la verdad
Cuando sientas lo incontrolable
Cuando se magneticen nuestros labios
y marchen erguidos hacia el frente
como un reflejo natural,
besame sin dudas,
sin lástima,
sin caridad,

besame de verdad.

4.


Como dos cirujanos
Cubiertos, pero similares
Despojémonos de nuestros instrumentos
uno a uno dejemoslos en la mesa
Y prescindiendo del bisturí
Abre mi pecho mientras yo en el tuyo
descubro tu corazón
y tu la fuente de mi latir.
Acerquémonos, peligrosamente,
y que el ritmo se haga unísono.
Necesito sentir, que tus arterias
son las mias
Que mi sangre, alimenta tu vida
y que tu corazón mueve al mio.
Ahí, frente a frente,
abre tu pecho a mi y yo abriré el mio.
El primer transplante de alma compartida,
hecho por la humanidad.
Medicina ancestral y brutal,
alzandonos como dos pacientes,
como dos cirujanos,
que han cambiado el mundo,

con solo lati-dos.

Sunday, February 07, 2016

5.


Las estrellas están allá arriba
Pero las nubes no las dejan mostrarse
Si desde arriba quisieran saludarnos,
nosotros, aún mirando hacia allá
agitaríamos las manos hacia la nada.

De pronto es de noche
y tanto el sol como las sonrisas
la confianza y la paz
se fueron sin que miráramos el reloj.
Agitamos nuestras manos,
no hacia el cielo,
sino el uno al otro,
intentando agarrar el sol que fue corriendo
hacia las memorias del día que recién pasó.

Nos abrazamos como si fuera el fin del mundo
(y sí que lo es)
esperando ahuyentar las sombras
y de atrapar al esquivo diablo del poniente.
Llegó la noche,
y aunque juntos, hace frío,
y aunque juntos, está oscuro.

¿Cuánto falta para amanecer?
Porque tengo miedo,
pero te susurró diciendo que el fin pasará.
Que el sol volverá, porque ha sido así siempre,
¿por qué fallaría justo hoy,
con nosotros ahí, solos,
sin las estrellas velando por nosotros?

Es el fin del mundo,
y me calma pensar que mañana volverá a estar,
y que olvido que, así como esta noche,
han habido tantas otras,
largas, frías y nubladas,
que siempre terminan.
En tus brazos, que se diluya la oscuridad,
y que vuelvan a salir los niños a jugar.
Sin la luz artificial,
que el verdadero astro se alce en la cordillera
y que con manos calmas,
sudadas por el temor, juntas,
contemplemos el majestuoso fin de esta noche, la más oscura.

6.


Te sentí como debe sentirse
cuando te disparan.
Fue rápido e inesperado,
no creo haber alcanzado a darme cuenta
como entraste e hiciste
un hogar en mi corazón.

La bala se queda adentro,
de pronto mi vida tenía el tiempo contado.
La sangre se pierde más rápido,
el tiempo es un velocista
cuando veo que ya no somos
uno.

¿Me llenaste de tu rostro?
¿Son acaso tus ojos la luz que observo,
cuando huyo de pesadillas varias?
¿Es tu piel el calor, que de frialdad,
me ha curado?
Sí, sí, mil veces sí.
Muero porque te amo,
pero todos mueren,
más no todos aman,
y algunos, los más desgraciados,
ignoran sus balas,
y juegan como si sus vidas
les pertenecieran a ellos mismos.
Mi vida está sellada,
mi corazón dulcemente atravesado,
mi espiritu, acariciando al tuyo,
y mi muerte, que es vida,
parte contigo, que eres mi vida.

7.


Vuelvo a ti,
viendo el agua correr frenética,
hacia una dirección que no conozco.
No tenía referencias más que el sol,
y tus gotas de sudor,
como el testimonio de un camino
largo y único.

El verde, siempre el verde,
hacia gala de su selvática presencia,
entre tus cuencas, y fuera de ellas.
Como amé estar allí, rodeado
de vida y vida,
de selva y de ti.

Se venía el descanso,
pero era ya un alivio,
estar cansado.
Era ya un relajo
estar agitados.

Tu sonrisa, mezclada
con la mueca de la caminata
no se me olvida.
Ni tampoco las gotas de agua saltándome a la cara.
La alegría de estar vivos,

no se me olvida, no se olvida.

8.


¿Qué es la noche, sino
una sucesión de luces furtivas,
llenas de tu llenadora presencia,
respirando la existencia,
de mis poros?

¿Qué es la vida, sino
la unión de nuestras muertes,
desprovistos de cubiertos,
rozando por segundos
nuestra mutua trascendencia?

¿Qué es la pasión, sino
perderme una y otra vez,
en el lunar de tu hombro,
y volverme a encontrar entre
tus dientes y labios?

¿Qué es el amor, sino
el eterno retorno a ti,
el nihilismo del planeta bizarro,
donde perder la vida,
es ganarla en todo,

en todo lo que eres tu?

Friday, February 05, 2016

10.


Te encontraré entre las calles
entre edificios amenazantes que nos hundan
y nos hagan sentir pequeños...pero no lo somos.

Me dejaré llevar por tus dedos
hacia nuevos parajes
a una pequeña casita entre cerros y colinas
haciendonos sentir grandes...pero no lo somos

Nos moveremos entre pasto y agua
y gritaremos nuestros nombres al viento
y este nos responde el nombre de nuestro amor

sintiendonos amantes...porque lo somos.

11.



Yo no sé en qué momento me perdí
de camino al cielo.
Solo sentí como un ángel caído
el golpe contra el piso,
que intente evitar con alas inútiles,
y acaso solo duele más que caer,
sin más.

No sé cómo no quede enterrado
allí, haciendo estéril la tierra.
Siendo un páramo oscuro a evitar,
el lugar maldito que los niños temen
y los adultos evitan,
quizás era más fácil yacer
allí.

Cuántas veces te vi, amada,
sonriendo cuando no tenías,
y llorando sin merecerlo.
A mi me duelen tus lágrimas,
me maldigo por tu dolor,
pero ni el dolor ni la maldición
fecundan alguna cosa,
ni nada del infierno se levanta
con ellas,
y abre sus alas al cielo.

Cuantas veces, amada,
me amaste sin merecerlo,
con tu sonrisa fértil,
haciendo crecer flores de mis
negras alas.
No sé, cómo sabías,
de que nunca dejaron de funcionar,
y no sé por qué vuelves a por mi.
Me tomas de mi corazón,
mientras al suelo cae mi sangre
y mis flores.

Y tu sonrisa, siempre tu sonrisa,
mi amada,
creadora, verdadera,
me humilla y me levanta,
y recuerdo el volar, y cuando
despierto no lo olvido.
Y cuando despierto, el cielo
sigue allí,
a un poema de tu boca

de distancia.