Friday, February 05, 2016

11.



Yo no sé en qué momento me perdí
de camino al cielo.
Solo sentí como un ángel caído
el golpe contra el piso,
que intente evitar con alas inútiles,
y acaso solo duele más que caer,
sin más.

No sé cómo no quede enterrado
allí, haciendo estéril la tierra.
Siendo un páramo oscuro a evitar,
el lugar maldito que los niños temen
y los adultos evitan,
quizás era más fácil yacer
allí.

Cuántas veces te vi, amada,
sonriendo cuando no tenías,
y llorando sin merecerlo.
A mi me duelen tus lágrimas,
me maldigo por tu dolor,
pero ni el dolor ni la maldición
fecundan alguna cosa,
ni nada del infierno se levanta
con ellas,
y abre sus alas al cielo.

Cuantas veces, amada,
me amaste sin merecerlo,
con tu sonrisa fértil,
haciendo crecer flores de mis
negras alas.
No sé, cómo sabías,
de que nunca dejaron de funcionar,
y no sé por qué vuelves a por mi.
Me tomas de mi corazón,
mientras al suelo cae mi sangre
y mis flores.

Y tu sonrisa, siempre tu sonrisa,
mi amada,
creadora, verdadera,
me humilla y me levanta,
y recuerdo el volar, y cuando
despierto no lo olvido.
Y cuando despierto, el cielo
sigue allí,
a un poema de tu boca

de distancia.

No comments: