Sunday, December 20, 2015

29.


Lo único imperdonable
me acompaña hasta la casa,
sabiendo que no es mi hogar,
y hasta frente a mi reflejo,
con esos ojos que ya no reconozco.

¿quien se cayó del auto en movimiento?
Quedó tan desfigurado y perdido,
¿quién podría amarle?
dejémonos de chácharas
y de ríos de palabras:
no existe ni lo uno ni lo otro,
y curiosamente, sí,
empiezo a sentir la desfiguración,
y el abandono.

Lo único que queda se queda haciendo horas
hasta después de la hora de salida,
y no tiene miedo de decirme lo que piensa.
Se queda conmigo, sonriendome a la cara
cuando el resto sonríe,
se queda a sabiendas, de una estadía indeseada.

Lo imperdonable aparece junto a los destellos de conciencia,
después de un mal sueño,
me hace sentir como que no hay nada más allí,

que la amarga verdad de que te perdí.

Thursday, December 10, 2015

28.


Quería llamarte para pedirte una cita, una pequeña reunión personal entre tu, yo, y nuestra habitación. Cerrar bien la puerta, que no salga ningún ruido ni quede impregnado en las paredes el sonido de lo que suceda allí. Quiero juntarme a llorar, porque a ciencia cierta, no tengo otro lugar que no sea frente a ti, y no lloro como infante sino es junto a ti. Cuando es solitario, me cuido de tantos detalles: no solo de la sonoridad, sino también del entorno, de no gritar o apretar tan fuerte, o de cómo las lágrimas mojan la camisa y cuanto tiempo se secarán ante este sol infernal...tanto me contengo, que ya ni siquiera se siente llanto, sino una excusa o una performance del sufrimiento que no tiene nada que ver con la vida (o la falta de la misma). Contigo puedo fantasear que de tanto deshidratarnos podremos flotar, que todo se irá y fluirá como un corte, y que de tanto llorar cumplamos nuestra cuota de llantos por una década, listos para afrontar otros desafíos. Contigo puedo fantasear que tomados de la mano la vida se nos va, para de pronto ver que todo lo sucio de nuestros ojos se fue, y que de pronto los colores se nos vuelven a hacer familiares, y que no nos soltamos. Contigo puedo escucharte llorar y acompañarte, hacer una sinfonía a dos voces del dolor, hasta que deje de doler, hasta que dejemos de sentir nuestros demoniacos sentires. Contigo puedo fantasear que de tanto llorar, no haya que llorar más, y que volvamos a otros verbos, esos que sí de tanto actuar, no paremos de vivir.

Thursday, December 03, 2015

27.


Te mando mis brazos,
por ríos y corrientes de amor,
no importando si son caminos los que se interponen,
o acaso estamos sobre la misma tela,
si el viento sopla a favor de la barca,
o una recesión se avecina como un temblor.
Cuando cierras tus ojos, vienen a ti,
como las caricias que te hacen enternecer,
y cuando tus labios sonrien, tienen la fuerza
para levantar tus hombros,
con orgullo y vulnerabilidad, con toda dignidad,
cariño y familiaridad,
entrego a ti estos brazos, un abrazo de ensueño.
No importa si estoy tan lejos como en otro plano,
y donde las formas y los colores tienen sabores y metas a largo plazo,
o si estoy cerca, y uno de tus pies,
el más helado, se acerca a los mios a consultarle,
porque la verdad es que,
aunque solo me mirara el ombligo,
todo lo que transpiro, el olor que emano, los colores que reflejo,
la sonrisa que no puedo disimular,
todo huele a ti, sabe a ti, y me alegra
que sea así.