Friday, October 21, 2005

Niña

Mi papito, que ahora esta con Dios, nunca me pudo ver. Mi mami me contó que se fue al cielo en un auto azul y bonito. Me gustan los autos pero me aburro rápido con ellos. No tienen cara y no me gusta jugar con lo que no tiene cara. Además, si tuvieran cara serían muy feos. Prefiero las caras de las muñecas. Lo primero que me acuerdo cuando pienso en ellas es ver esos pelitos amarillos con trenzas que parecían eternas. Pienso que me hubiera gustado tener el pelo así. Aun aunque quisiera no me dejarían estar así en el colegio. En el colegio me tratan mal. Los profesores no me entienden. Mis compañeros me molestan harto. No tengo amigos. Parece que para tener amigos hay que saber jugar a la pelota bien. Con suerte, me han puesto al arco pero siguieron burlándose y tirándome pelotazos con el susto que me da de que me puedan lastimar. Hay una niña, Rosario, que me habla. No lo hace a menudo porque tiene otras amigas a las que no les agrado mucho pero ella igual se sienta al lado mío y me escucha. Me pregunto que tengo que hacer para que les caiga bien. No soy chistoso, no molesto a nadie y no tengo malas notas y aún así no me quieren. Rosario es la única, la única que me da un poco de su colación porque mi mami no me puede dar colación. Rosario es tierna. Me invita a jugar a su casa pero sus hermanos me miran raro. Yo ya no los tomo en cuenta, simplemente paso de largo. Su pieza es hermosa. Esta decorada de varios colores y si apagas la luz se ven estrellitas. Ahí es el único lugar donde me siento a gusto, además de mi casa. En mi casa mi mami me cuida harto. Me acuerdo que siempre ha estado preocupada por mi. Me cuida y me viste con sumo cuidado. A veces, cuando termina de vestirme, pareciera que se fuera a poner a llorar (creo haberla escuchado llorar hartas veces después en su pieza). Me da susto pensar que ella no me quiera ¿es eso por lo que llora?. Ella me ha dado todo. Desde chico me regalo ropa especial, decía ella, nadie se vería igual que yo. Yo me sentía feliz siempre que me vestía para las ocasiones especiales. Había comprado desde antes que yo naciera unos vestidos muy bonitos con lo que me siento absolutamente especial. Lo supe mucho mejor cuando fui por primera vez al colegio y note que todos se vestían oscuro. Yo era definitivamente especial, ellos eran todos iguales. Todavía no entiendo porque. Mi primer amigo se llamaba Jonás. Jugaba harto con él pero después de un tiempo no fue más mi amigo. Me tiraba basura con sus otros amigos y me decían garabatos y cosas feas. A veces me iba a llorar al baño. Ahora no. Desde que me descubrieron me llevaron con un señor muy extraño que me pregunto cosas muy raras. Mandaron a llamar a mi mamá. Ella me defendió y me llevo a la casa. Ese día iba a ser otra ocasión especial y había que vestirse como correspondía. Mi niña me dice siempre, me lo repite todos los días y me siento seguro cada vez que la escucho. Pero ella no puede estar en el colegio. Ahí no me quieren y yo tampoco los quiero. Me dicen todos los días que soy niñita, pero no como lo hace mi mami, no como ella. Ya no lloró cuando me gritan pero los odio cada vez más. Un día le dije a Rosario que me quería ir del colegio, escaparme y no volver más. Ella me escucha nomás. Simplemente eso. Quiero irme por lo que me hacen todos los días. Se ríen de mi, y no es divertido que se rían de ti. Hace mucho daño. Me dicen que soy niñita. Los odio por eso. Solo soy niña de mi mami. Ella dice que siempre quiso a su niña y tuvo una. Ella, no mis compañeros. A lo mejor tengo que ser niña para que me dejen de molestar ellos pero para mi mami yo ya lo soy.

3 comments:

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  said...

Si es que no fue él, ese tipo estrafalario del 4ºA del año pasado (imposible no recordarlo) escribió algo muy parecido.
Tu blog está pegando!

Salu2!

Anonymous said...

ey? puedo comentar?? ..
me encanta leer tus escritos.

O! Si se podia podia comentar.¬¬ no sabia cmo se hacia.. ja