Monday, January 09, 2006

Curiosidades

Los seres humanos somos curiosos. A veces cosas insignificantes les otorgamos valor trascendental y en ocasiones toda nuestra visión de mundo cambia por minúsculos hechos que cambian nuestro rostro.

Cuando niños todos tenemos fechas por esperar. Generalmente hay dos por lo menos: Cumpleaños y Navidad. Lamentablemente sucede que somos presas de algunos sujetos que prácticamente deciden lo que nos va a gustar y vamos a querer eso en alguna de estas dos ocasiones. La llegada del regalo esperado es nuestra felicidad. Si podemos, sacaremos a relucirlo a las calles para que vean lo que nos hace tan feliz. Las bicicletas son muy esperadas por los niños (no se ahora, el nintendo parece que gana) y la primera vez que se sale en una es inolvidable. Las niñas tienen muñecas para todos los gustos y las esperan y los niños los juguetes de acción y vehículos varios.

Cambiamos bastante poco en general, muchas veces esperamos por el nuevo accesorio a nuestras vidas y cuando llegan nos sentimos los mas felices de la tierra. Es difícil que una persona se declare feliz como característica general de su existencia. Es más normal que mencionemos que tenemos acceso a un grupo de buenos momentos, el lograrlos y atesorarlos es lo que deberíamos hacer. Será por eso que nos preocupamos por mantener la felicidad. La queremos perpetuar de alguna forma. A veces con fotos o videos o quien sabe, al final es el recuerdo el que queda pero que también a veces nos engaña y se diluye. Pero es necesario a veces botar los juguetes viejos. Parece que estamos obligados a esos actos. Yo quiero todavía a mis juguetes, ya no juego con ellos. A veces extraño lo fácil que era inventar historias con ellos, cuando eran muñecos simplemente. Ahora estoy yo jugando conmigo, viviendo aventuras (por ponerle un nombre) y sumando otros juguetes a ellas. Y a veces se complica un poco mas de lo que uno quisiera, no todos los juegos son agradables, es más, es como una serie de episodios que a veces sientes que no pasa mucho, un poco rutinario. Lo malo es que no hay risas cada treinta segundos ni naves espaciales o guerras interesantes. Pareciera no bastar con existir para poder vivir, el ejercicio tiene que ser mayor. Hay hartos obstáculos y falsas salidas. El camino de las exageraciones tiene para todo publico, prácticamente no tienes limitaciones para tu adicción mas que tu vida, chistoso porque en realidad partiste por querer eso.

Los seres humanos somos curiosos, ¿han visto la alegría de unos recién casados?, ¿el llanto de una madre en el funeral de hijo? ¿el miedo ante la muerte? ¿la alegría ante la vida?. Son los accesorios, pequeños, imperceptibles para muchos, y únicos para cada uno que hacen que nuestra existencia cambie muchas veces. Es el aditamento de un héroe de acción para vencer a su villano de turno o es un vestido para que la princesa se vea radiante frente al príncipe, que se yo, lo único que se es que no nos tienen indiferentes, hacen una desgracia o hacen que camines por la calle cantando alegremente, viendo azul el cielo aunque se vea negro y olvidando lo que fue antes. Esos si que son lindos días.

1 comment:

  said...

Dejémoslo así no más. Así, todo parece estar en equilibrio. Eso da sabor a nuestra vida, y echarle mucha sal a la cena puede ser malo, incluso para nuestra salud.