...Y nunca fui allí

“cuando lo pienso, puedo golpearlo…pero al dar el primer golpe no siento nada, solo como si mi mano se desvaneciera o fuera como una simple goma o espuma para lavar”

Y que puedo escribir al respecto? Hace tiempo que quiero hacerlo, pero simplemente no puedo. Me siento frente a la pantalla y escribo cuatro líneas y borro tres (obvio, cambio también la primera). ¿Me vas a culpar? … entonces cállese. Como iba diciendo, no se muy bien que escribir, solo se que hay algo de rencor y odio en mi, lo suficiente como para querer publicar esto. Lamentablemente me quedo en nada, como si mis dedos fueran igual que ese sueño, sueño de espuma, donde ninguna tecla es tocada, ningún circuito responde y el cursor nunca avanza hacia la derecha. Pero si imagino un poco podré inventar que pierdo mi tiempo en un recreo y que en un paso al baño lo logró divisar meando, y que me entran ganas de empujarlo al meadero con el puro afán de buscar camorra. Cuando me mande el primer rosario hacerme el choro y levantar pecho. Importa poco si soy bueno o no pa’ los combos, con tal que tenga actitud en el preludio mi honra queda en un lugar decente. Por supuesto que simplemente me paro a unas cuatro personas y empiezo a hacer lo mío (con dificultad, siempre cuesta un poco más con mucha gente). Una vez que se fue, junto con varios más que llegaron y se fueron, yo termino. No empuje a nadie, solo me lavo las manos…y bien lavadas.

En la sala la cosa cambia, pero no por mi sino por todos los que me rodean. No son mala gente, pero tampoco hablaría mucho de ellos ante mis padres decimonónicos. Ellos me distraen, 5 personitas que hacen los espacios mas grandes…claro también hay otra persona que también me cambia la cara…pero tanto para bien o para mal… ¿acaso con esas personas, siempre esas muchachas, no se puede simplemente sonreír y dar gracias? ¿Por qué tengo que inclinarme ante ellas con un por que de su existir y cuestionarme el mío por haber interrumpido su curso normal de vida, corrijo, estropear mi curso normal de vida (porque el de ellas sigue igual)? Y bueno, para bien es corto…el para mal surge con solo desviar unos pequeños grados mi cabeza y me acuerdo del baño y del empujón perdido. Recuerdo, ¿tengo razones para pelear? Nunca lo he hecho en toda mi vida escolar, solo juegos violentos cuando chico. No se pelear más que en teoría, y ¿Cómo justificar cada golpe? Tendré que dar mis razones…pero el muy cabrón no se las llevara fácil…solo tengo que decir por que va cada golpe…por la hipocresía…por la confusión…por el alarde…por la cobardía…por la indecisión…por cada comentario a espaldas y burla privada transformando esos labios que no son suyos en una mueca grotesca, indigna de quien la posee. ¿Se entendió? Claro que no, claro que no.

Soy del promedio en todo. Ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco, ni feo ni bello, ni mateo ni flojo, ni amigo ni enemigo…o sea soy nada. Lo mismo con el balón, solo que veo que no lo tengo y que las patadas pueden ser tan fácilmente justificadas, que me puedo aprovechar de cada oportunidad para un empujón, para alguna provocación…y sin embargo ni alcanzo a tocarlo, me esquiva con mucha facilidad, y yo me quedo apretando los dientes sin que nadie vea.

“Has hecho algo horrible…animal… ¿no sabís hacer otra cosa que pegar combos? Si siquiera hubieras hablado idiota”

Soñé sin espumas…pero tampoco soñé con puños de acero. Solo me vi. después. No había nadie mas que los dos, pero sin él… Quizás solo así podría parar ¿debería hablar mejor? Claro, decir todo lo que me provoca es solo vomitar, demás que es súper agradable, cuando es más fácil pegar, vomitar con el puño, ese que nunca se enfrento a un mentón de verdad habla más…sueño despierto…los dos fuera por copiar, provoco y provoco y luego me lanzo con mi venganza personal, inútil y sin sentido. Maldición, debo dejar de soñar despierto.

Si hay demonios, uno violento me tiene en sus manos. El saber fuera de las puertas del liceo me da una libertad que antes no sentía, puedo acercarme y decirle “¿Qué te creís tu con cada una de tus mentiras? dañas más de los que crees” y claro, empujarlo porque un combo en principio es algo injusto por la poca preparación. Si solo pudiera tener un ángel cerca, que jugara conmigo ajedrez a la salida y que acompañara en todo ese trayecto común distrayéndome como aquellos cinco en la sala podría decir que olvidaría esta tontera, aquí no hay nadie mas tonto que yo, viendo un conflicto donde nadie en realidad me pesca. Yo no soy nadie en esta historia, si siquiera existiera.

“Sentado en mi plaza pasan mis papás a buscarme, me dicen que hay que salir de aquí, que ando puro mirando los pájaros y que yo no tengo ni las alas ni la ligereza de aquellos. No, no me saquen, que aún puedo hacer algo por ti mi oscuro pajarillo cojo de una ala…solo que no se nada de veterinaria y me sacan de allí. Soñador me dicen, la plaza no es tuya ni ninguno de sus pájaros, el día que sea tuya ellos no estarán y otros pájaros serán de aquí…quédate tu quieto y espera que los días de esta dispensación acaben….me dijeron mucho…”

Quisiera dejar de soñar, tanto despierto como dormido. Hoy es el ultimo día, aquí defino todo. Seré un cobarde o un valiente que saque a relucir ese honor interno escondido y defendiendo la verdad que solo yo creo conocer bien. Mis amigos me preguntan por la cara, mucho sueños raros respondo yo, que estoy listo les digo. Listo para que me preguntan y yo les respondo serio que de esta no saldré sin enfrentármele…tonto me dicen, tu no defiendes a nadie, ¿sabías que todos saben lo que tu? Y no hacen nada respondo. No, ellos perdonan me dice ella que no se como llego allí. Si hay alguien que pueda decir eso con más motivo es su hermana…no hubo reacción para bien en esta ocasión de verla…solo me pude quedar callado…el odio es solo mío…

“Deja que pase el día, deja que termine y esfuerza que tu dolor carezca del sentido, despójalo de dirección y de coherencia…solo así volverás a ser libre, quien sabe, quizás olvides, pero sin perdón…tus puños son la prueba de que nunca perdonaste”

“Sabes que no eres nadie en esta historia ¿cierto? Tú nunca fuiste en el baño ni en la sala ni siquiera el último día. Ni siquiera estabas allí. Afuera de las puertas tampoco, no llegaste a la hora ni tampoco hubieras servido

…si mis puños hubieran llegado a la cara si seria alguien…aquel de las sombras, pero no, no puedo…no lo hice y ya esta. Tampoco hubiera podido, mis piernas se aflojaron cuando me acerque y me sentí humillado de no querer, de irme a mi casa y llorar porque nada tengo yo que hacer… ¿estuve cerca siquiera? Nunca….solo en sueños… y cuando fue así mis manos se caían y cuando logre con toda fuerza levantarlas eran como una esponja lavándole la cara, la tenía más joven eso si…como cuando todavía íbamos al liceo…15 años ya y solo puedo pensar porque no se la rompí ese ultimo día que lo vi, un golpe por cada cosa, un golpe por el hablar a espaldas, un golpe por la hipocresía, un golpe por la cobardía, un golpe por la…la…indecisión…, aún me duele cada uno de esos.”